La artrosis de rodilla, o gonartrosis, es una enfermedad crónica y gradualmente progresiva que a menudo causa discapacidad. Por el momento, la gonartrosis ocupa una de las posiciones principales en términos de frecuencia de aparición entre todas las artrosis. Muy a menudo, este proceso patológico lo encuentran personas de mediana edad y ancianos, principalmente representantes femeninas.
Información general y clasificación
La artrosis de la articulación de la rodilla es una enfermedad caracterizada por un daño distrófico-degenerativo progresivo del tejido del cartílago y, posteriormente, de otras estructuras en el área de la articulación de la rodilla. Como ya hemos dicho, es el cartílago el que cambia principalmente en esta enfermedad. Sin embargo, los cambios patológicos se extienden a la membrana sinovial, la cápsula articular, los huesos y los ligamentos adyacentes.
Como muestran las estadísticas, la artrosis de la articulación de la rodilla ocurre en aproximadamente el 13 por ciento de las personas mayores de cuarenta y cinco años. Aproximadamente el 15 por ciento de las personas que han sufrido una lesión en la articulación de la rodilla posteriormente se enfrentan a esta enfermedad. Más del 60 por ciento de los pacientes indican una disminución en la calidad de vida debido a la presencia de esta patología. La tasa de discapacidad oscila entre el 10 y el 21 por ciento.
En 2011, un equipo de científicos analizó el tratamiento de 300 pacientes ambulatorios con artrosis de rodilla. Al mismo tiempo, se encontró que entre las personas que buscan atención médica, las mujeres predominan 2, 3 veces. La edad media de los pacientes fue de 51 años. Fue posible identificar patología concomitante en el 27, 3 por ciento de los pacientes. Los hombres que solicitaron por primera vez tuvieron una duración más corta de la enfermedad y una menor gravedad de la artrosis que las mujeres representantes.
Como ya hemos dicho, la artrosis de la articulación de la rodilla, que no ha sido tratada, muy a menudo conduce a la discapacidad de una persona enferma. Esto se debe al hecho de que en las últimas etapas de la enfermedad, la articulación se deforma, lo que limita su actividad motora. Al paciente le resulta difícil moverse, se ve obligado a usar elementos auxiliares, por ejemplo, muletas.
La artrosis de la articulación de la rodilla se divide en dos formas: primaria y secundaria. La forma primaria se desarrolla cuando los cambios en el tejido del cartílago de la articulación no fueron precedidos por un trauma. Según las estadísticas, representa alrededor del 38 por ciento. La forma secundaria tiene lugar si hay antecedentes de traumatismos, patologías inflamatorias, etc.
Además, hay tres grados de gravedad de dicho proceso patológico. En el primer grado, las manifestaciones clínicas tienen un grado mínimo de gravedad, no hay deformidades. El segundo grado se caracteriza por un aumento de los síntomas, limitación moderada del movimiento en la articulación. En el tercer grado, se determina una deformación notable de la articulación.
Razones para el desarrollo de artrosis de la articulación de la rodilla.
La principal causa de artrosis de la articulación de la rodilla es una lesión. Muy a menudo, la formación de cambios patológicos en la articulación lleva de tres a cinco años desde el momento de la lesión, pero a veces también se observa un desarrollo más temprano de artrosis. Otra causa común es un mayor estrés en la articulación. Están en riesgo las personas que sobrecargan la articulación de la rodilla al practicar deportes, que tienen sobrepeso.
El riesgo de desarrollar artrosis con artritis previa, trastornos metabólicos y predisposición genética aumenta significativamente.
Síntomas de artrosis de la articulación de la rodilla.
Los síntomas de esta enfermedad aumentan gradualmente. Al principio, una persona presta atención al dolor articular leve, que aumenta durante el esfuerzo físico. Un signo clínico característico es la aparición de dolor durante los primeros movimientos después de una posición sentada prolongada.
A veces, en el área de la articulación, se determina una ligera hinchazón, pero la mayoría de las veces no hay signos externos de la enfermedad.
La osteoartritis de la articulación de la rodilla, que no se trata, continúa progresando. Con el segundo grado, el dolor se vuelve más intenso, aparece incluso con poco esfuerzo físico. El síndrome de dolor desaparece en reposo, pero cuando comienzan los movimientos, vuelve a aparecer. En el futuro, el rango de movimiento en la articulación es limitado, a veces se nota un crujido brusco.
En tercer grado, el dolor se vuelve casi constante, a veces ocurre incluso por la noche. Una persona enferma no puede doblar o estirar completamente la pierna, se encuentra una deformación externa de la articulación. La marcha del paciente se vuelve inestable; en casos graves, solo puede moverse con apoyo.
Principios para el diagnóstico de artrosis.
Como regla general, la artrosis de la articulación de la rodilla no causa ninguna dificultad en términos de diagnóstico. El plan de examen incluye un examen externo y un examen de rayos X. Por el momento, la radiografía es el principal método de diagnóstico de esta enfermedad. Sin embargo, vale la pena señalar que en las etapas iniciales, los signos radiológicos pueden estar ausentes, pero esto no excluye el diagnóstico. Si se necesita un estudio más detallado, además de la radiografía, se utilizan la tomografía computarizada o la resonancia magnética.
Artrosis de rodilla: tratamiento y prevención.
Con daño degenerativo-distrófico en la articulación, el tratamiento puede ser tanto conservador como quirúrgico. Vale la pena señalar que la efectividad de la terapia dependerá directamente de cuán oportuno se inició. De los medicamentos, se utilizan medicamentos antiinflamatorios no esteroideos y condroprotectores. A veces se hace necesario realizar la administración intraarticular de glucocorticosteroides. El plan de tratamiento se complementa con fisioterapia y ejercicios terapéuticos.
Sin embargo, con la artrosis avanzada de la articulación de la rodilla, el tratamiento se lleva a cabo mediante métodos quirúrgicos. Con mayor frecuencia, se usa artroplastia articular, seguida de medidas de rehabilitación.
En 2013, los científicos publicaron un artículo que proporciona datos sobre el estudio de la calidad de vida de los pacientes sometidos a artroplastia de rodilla en comparación con la calidad de vida de los pacientes que reciben terapia conservadora para la gonartrosis. Se realizaron encuestas, durante las cuales resultó que tres meses después de la endoprótesis, la calidad de vida de las personas era más alta que con solo la terapia conservadora.
El principal método de prevención es evitar lesiones y un esfuerzo físico excesivo en la articulación de la rodilla.